Ernesto Fonseca Carrillo, conocido como Don Neto, obtuvo este miércoles su libertad tras cumplir una condena de 40 años por el secuestro y asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), Enrique Camarena Salazar, ocurrido en 1985. Fuentes del gabinete de seguridad federal confirmaron que el exlíder del extinto Cártel de Guadalajara concluyó su sentencia el domingo pasado en su domicilio del fraccionamiento Hacienda Valle Escondido, en Atizapán, Estado de México, donde cumplía prisión domiciliaria desde 2016.
En 2015, el Segundo Tribunal Unitario con sede en Guadalajara, Jalisco, impuso la sentencia condenatoria a Fonseca Carrillo junto con el también capo Rafael Caro Quintero, quien fue extraditado a Estados Unidos en febrero de este año. En 2016, un Tribunal Colegiado en Materia Penal de Jalisco concedió a Fonseca Carrillo un amparo que le permitió cumplir el resto de su pena en su domicilio, debido a su avanzada edad y al deterioro de su estado de salud, según indicó su hija Yoanna Fonseca.
Tras recibir el beneficio de la prisión domiciliaria, el narcotraficante fue trasladado del penal de Puente Grande, Jalisco, a una residencia en Atizapán, donde fue colocado un brazalete electrónico de localización y estuvo bajo vigilancia permanente mediante un sistema de cámaras conectadas a un centro de monitoreo y la presencia constante de cuatro agentes.
Durante más de tres décadas, Fonseca Carrillo permaneció encarcelado antes de obtener el cambio de régimen penitenciario. En el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, evitó su extradición a Estados Unidos luego de que el entonces canciller José Antonio Meade negara su entrega al argumentar que el capo ya había sido juzgado por los mismos hechos en México.