La vicepresidenta de EE.UU. y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, hizo este martes una aparición sorpresa en la sede del Partido Demócrata en Washington, donde llamó por teléfono a votantes para animarles a acudir a las urnas antes del cierre de los centros de votación.
Su visita no estaba en la agenda oficial que la Casa Blanca difundió por la mañana. A pesar de ello, la vicepresidenta decidió unirse a un equipo de voluntarios de la campaña en las horas finales de la jornada electoral para contactar directamente con votantes.
Harris utilizó su propio teléfono móvil y se escuchó cómo conversaba con una niña de ocho años, a quien le dijo que era «una líder sin importar la edad» y bromeó con que estaba deseando que cumpliera diez años más para que pudiera ejercer su derecho al voto.