Al afirmar que México no necesita una presidenta tutelada, la coordinadora de las y los senadores del PAN, Guadalupe Murguía Gutiérrez, afirmó que Claudia Sheinbaum debe hacer valer su autonomía, pues en nuestro país ya no hay lugar para caudillos ni maximatos.
Durante su intervención a nombre de las y los legisladores de Acción Nacional en la ceremonia de toma de protesta de quien será la primera presienta de México, la senadora por Querétaro expresó su confianza en que este hecho significará mejores tiempos para las mujeres de nuestro país.
Asimismo, hizo votos para que se respeten los contrapesos y las libertades que dan vida a las democracias en el mundo.
“La fuerza del voto se expresó en las urnas, y nos ha enseñado una vez más, que en democracia nadie gana todo y tampoco nadie pierde para siempre”, destacó en la tribuna parlamentaria de San Lázaro.
Indicó que Claudia Sheinbaum tiene como principales retos poner orden en el país y lograr la reconciliación nacional, frente a lo que consideró el término de una de las épocas más oscuras del país, en referencia a la administración que concluye.
“Los datos son contundentes, no hay otros datos, la realidad es terca: una deuda de 6.6 billones de pesos, la más alta en la historia; un déficit del 6 por ciento, insostenible; el peor crecimiento económico en 35 años; 200 mil ejecutados, 120 mil desaparecidos, 92 por ciento de los delitos no se denuncian”, recalcó.
La política de abrazos no balazos, continuó, trajo más violencia e impunidad, lo que provocó que el Estado fuese omiso en cumplir su función esencial de brindar seguridad a la población.
En 6 años, abundó, no pudo resolverse el grave desabasto de medicinas y, por si esto fuera poco, nuestra democracia está hoy gravemente herida, pues se enfrenta a una mayoría artificial que no le otorgó la ciudadanía en las urnas, sino que se la regalaron las autoridades electorales.
“Este es el saldo innegable de un país en quiebra financiera y en quiebra moral”, sentenció.
Indicó que Acción Nacional coincide en que el afán prioritario de buscar la justicia social para todos, pero la verdadera justicia pasa necesariamente porque los abrazos sean para las víctimas y no para los criminales.
Insistió en que el PAN sí cree que la ley es la ley y aspira a hacer de México un país de clase media, “en donde sea indispensable que nadie sea despojado de lo que legítimamente ha ganado y que todos trabajemos para sacar a millones de la pobreza”, expuso ante cientos de invitados nacionales e internacionales.
Hizo énfasis en que los enemigos de México no son las oposiciones al actual régimen, sino el crimen, la violencia, el hambre, el miedo, la pobreza, la enfermedad y la falta de oportunidades, y afirmó que “juntos podemos derrotarlos”.
En ese sentido, dijo que es necesario iniciar una nueva etapa sin etiquetas ni descalificaciones y recordó que México que no es un país homogéneo, por lo que pidió a la nueva presidenta gobernar para todos, respetar la pluralidad, apoyar por igual a todos los estados y municipios, revalorar la eliminación de los órganos autónomos y oponerse a que las fiscalías sean utilizadas para amedrentar a quien piensa distinto.
Murguía Gutiérrez señaló que el PAN extiende la mano a la nueva administración porque por encima de todo está México y recalcó que la última palabra la tiene la nueva presidenta para cambiar las cosas.
“Cuenten con nosotros para todo aquello que sea para el bien de los mexicanos; sí, somos oposición, pero somos una oposición responsable y constructiva. Estamos dispuestos a colaborar para sacar al país de la grave crisis en la que se encuentra, producto de la política de las ocurrencias y la sin razón”, manifestó.
El PAN, dijo, no tiene miedo a coincidir y por ello apostará por el diálogo, por un país con contrapesos, al tiempo que defenderá sus valores para dar a las familias y sus hogares la protección y prosperidad a la que aspiran.