Un estudio de modelización realizado por científicos de la NASA sugiere que el hielo de la superficie de Marte podría proporcionar las condiciones necesarias para la presencia de vida fotosintética.
Los autores del estudio, cuyos detalles se han publicado este jueves en la revista ‘Communications Earth & Environment’, sugieren que los depósitos de hielo situados en las latitudes medias del planeta deberían ser un lugar clave para la búsqueda de vida en Marte por su potencial.
El estudio recuerda que los altos niveles de radiación ultravioleta procedente del Sol hacen casi imposible la vida actual en la superficie de Marte pero una capa de hielo suficientemente gruesa -capaz de absorber esta radiación- podría proteger a las células que viven bajo su superficie.
Cualquier forma de vida en estas condiciones necesitaría estar en la llamada zona habitable radiativa: lo suficientemente superficial como para recibir luz suficiente para la fotosíntesis y, a la vez, lo suficientemente profunda como para estar protegida de la dañina radiación ultravioleta.
Para analizar esta posibilidad, el equipo de Aditya Khuller, del Jet Propulsion Laboratory, de la NASA, calculó si el hielo de Marte, con altos niveles de polvo y una estructura específica, podría favorecer una zona habitable con condiciones para el desarrollo de la vida.
Mediante un estudio de modelización, descubrieron que el hielo tan polvoriento bloquearía demasiada luz solar, pero que en el hielo con un contenido de polvo de entre el 0,01 y el 0,1% podría existir potencialmente una región habitable a profundidades de entre 5 y 38 centímetros (dependiendo del tamaño y la pureza de los cristales de hielo).
En hielo más limpio, podría existir una zona habitable más amplia a una profundidad de entre 2,15 y 3,10 metros, según sus cálculos.
Los autores sostienen que las partículas de polvo en el interior del hielo podrían provocar una fusión localizada ocasional a profundidades de hasta 1,5 metros aproximadamente, proporcionando el agua líquida necesaria para cualquier fotosíntesis.
Y sugieren que las regiones polares de Marte serían demasiado frías para este proceso, pero que la fusión subsuperficial podría producirse en zonas de latitud media (entre 30 y 50 grados de latitud aproximadamente).
Los autores subrayan que la posible existencia de zonas teóricamente habitables no significa que haya o haya habido vida fotosintética en Marte pero sostienen que los pocos casos de hielo expuesto en las latitudes medias marcianas “podrían ser zonas clave en las que centrar las futuras búsquedas de vida”.
Para el geólogo planetario especializado en Marte del departamento de Planetología y Habitabilidad del Centro de Astrobiología (CAB), Antonio Molina, se trata de un estudio “relativamente sencillo” pero “minucioso” que aporta una valoración mucho más pormenorizada que estudios previos.
No obstante, en declaraciones al SMC España, puntualiza que el trabajo solo estudia los efectos de la radiación no ionizante y no tiene en cuenta el efecto de los rayos cósmicos y de otros factores que limitan la habitabilidad en la superficie marciana.
Para Jesús Martínez Frías, geólogo planetario y astrobiólogo del IGEO (CSIC-UCM), presidente de la comisión de Geología planetaria de la Sociedad Geológica de España y de la Red Española de Planetología y Astrobiología, el estudio abre “nuevas perspectivas reales a la posibilidad de encontrar zonas de habitabilidad en Marte”, a la vez que considera los problemas ligados a las bajas temperaturas y existencia de agua líquida.