En tiempos de lo extraordinario, cuando México transita por una transformación profunda en su sistema judicial, es más necesario que nunca que las instituciones actúen con compromiso social y político. Sin embargo, en el OPLE de Veracruz, las irregularidades y el favoritismo ponen en riesgo la transparencia del proceso electoral judicial.
Marisol Delgadillo Morales, presidenta del OPLEV, parece no comprender que en un Estado democrático hay tres poderes de la Unión, y que TODOS merecen un trato en igualdad de condiciones, tal como lo establece la Constitución. Su gestión ha estado marcada por decisiones que favorecen intereses particulares y generan incertidumbre sobre la equidad del proceso.
Graves señalamientos en licitaciones clave:
Monitoreo de Medios: Se adjudicó el contrato a una empresa sin experiencia, dejando fuera a proveedores con trayectoria en la materia. PREP: Se permitió la participación de una empresa que no cumplía con los requisitos, aceptando documentos no válidos como prueba de experiencia. Material Electoral: Empresas con capacidad fueron excluidas arbitrariamente, levantando sospechas sobre la imposición de proveedores a modo.
Las boletas electorales en riesgo:Uno de los actos más graves de Marisol Delgadillo fue modificar unilateralmente los requisitos para la impresión de boletas. Mientras que para la elección municipal se exigieron altos estándares de seguridad, la presidenta del OPLEV eliminó medidas clave para la elección de jueces y magistrados, permitiendo incluso que las boletas fueran impresas en papel bond, comprometiendo la certeza del proceso.
¿A quién beneficia este favoritismo? La falta de controles y la manipulación de procesos dentro del OPLEV ponen en duda la imparcialidad de la elección judicial.
¡Las elecciones judiciales son igual de importantes que cualquier otro proceso electoral! Es momento de exigir transparencia y equidad en cada nivel de gobierno.
